El niño no debe llevar ropa gruesa de invierno debajo del arnés. En caso de impacto, la ropa se comprimiría y creando así un espacio entre el arnés y el cuerpo del niño. Esto significa que el arnés no sujetaría lo suficiente al niño, y eso podría ser peligroso, especialmente en las sillas de instalación en el sentido de la marcha.